¿Cómo te ha ido la parte anterior? Espero que te haya ido genial y que te haya servido para darle un poco a esa cabecilla!!!
Ahora vamos a seguir un poquito más, nos vamos a centrar en nuestra relación con los demás, espero que te sirva y que te conozcas a tí y al resto un poquito más después de esto!
Lo primero que te quiero preguntar es:
¿cómo estás ahora?
¿Cómo está siendo tu relación con tu familia?
¿Mejor o peor?
¿Y con tus amigos?
Ahora que tienes más tiempo para estar con tu familia aprovéchalo, no lo desperdicies porque sino luego te arrepentirás, disfruta pasando el tiempo con ellos, haced actividades juntos, proponles planes… y en cuanto a tus amigos ahora que no los ves tanto preocúpate, llámalos, ten conversaciones de calidad con ellos…
Ahora me gustaría que pensaras cómo crees que te ven los demás, tu familia, tus amigos… ¿lo tienes?
Pues ahora mira este vídeo y luego seguimos hablando…
Después de haberlo visto: ¿ha cambiado tu opinión? ¿Te infravaloras? ¿Te importa demasiado la opinión que tengan los demás de ti? ¿crees que tienen mejor imagen que la que tú te pensabas?
Te propongo que escribas en un papel qué imagen tuya crees que tiene un amigo/a y luego se lo preguntas y a ver lo que pasa!
Ahora me gustaría que hicieses un análisis de las relaciones que tienes: ¿Te sientes valorado por las personas que te rodean? ¿Tus amistades son personas que te aportan o que por el contrario te suelen cansar?
Sentirnos valorados por las personas que nos rodean es la mejor forma de comprobar hasta dónde y cuánto nos quieren por lo que somos y los que valemos.
Las personas que nos ayudan a ser mejores o nos animan a seguir adelante o nos inspiran son siempre valores añadidos en nuestra vida.
Por el contrario, hay personas que nos agotan física y mentalmente y que nos contagian sus miedos, pensamientos y frustraciones.
Las personas que te aportan, te valoran y te quieren por lo que eres son las que nos merecen la pena, quiero que te plantees cuál es el motivo real por el que conservas a esas personas en tu vida, deberían ser una constante fuente de aportación y el lugar al que uno siempre puede acudir y sentirse bien. Si, por el contrario, nuestras amistades nos hacen sentirnos a menudo poco apreciados, pregúntate por qué tienes a esas personas en tu vida.
Al fin y a cabo las relaciones que elijas y toleres son en parte un reflejo de ti mismo.
Ahora, párate y piensa realmente a quién merece tener la pena en tu vida, esas personas que te vienen a la cabeza escríbelas en un papel y de vez en cuando revísalas y suma a las que aparezcan en tu vida o quita a las que ya no merecen la pena.
Por último, quiero que te pares y te sitúes en tu clase, en tu familia y en tu grupo de amigos, ¿qué rol tienes en cada uno de ellos?
En clase:
¿Mandas? ¿diriges? ¿decides sobre los demás? ¿te dejas llevar? ¿eres aceptado o rechazado? ¿Ayudas a los demás? ¿animas? ¿eres el gracioso? ¿tienes criterio? ¿das tu opinión? ¿eres el protagonista? ¿te dejas llevar? ¿te preocupas por el resto?…
En tu grupo de amigos:
¿eres el planificador? ¿el fantasma? ¿el ausente? ¿el cotilla? ¿el negativo? ¿el fiestero? ¿el gracioso? ¿el listillo? ¿el friki? ¿el enamoradizo? ¿el deportista? ¿el tímido?…
En tu familia:
¿ayudas a tus padres o pasas? ¿juegas con tus hermanos o les puñeteas? ¿recoges tus cosas? ¿te preocupas por tus abuelos? ¿propones planes? ¿tienes iniciativa para hacer cosas?…
Espero que te esté gustando este desierto, continúa y sigue aprovechando este rato para ti!
¿Hacia dónde te quieres dirigir?